Atención al afiliado: +54 11 4338-6449 / +54 11 4338-6450 / +54 11 4342-3414

Lineas virtuales: 26449/26450

AMFEAFIP

Asociación Mutual Federal de Empleados de las Administraciones Fiscales Públicas

Discurso del Presidente de la AMFEAFIP en la ONU

Valores Morales y Buenas Prácticas

El pasado 17 de octubre, en su discurso de cierre de la Diplomatura Internacional obtenida por los funcionarios de la AFIP en el Programa de Formación Técnica Internacional llevado a cabo por UNITAR y el IEFPA, Raúl E. Roa entre otros conceptos destacó que “…más allá de generar expertos en las distintas áreas del conocimiento técnico - lo cual hoy en día resulta imprescindible-, es una obligación  formar verdaderos líderes portadores de aquellos valores que deben guiar la gestión en cualquier disciplina y en cualquier ámbito en el que se encuentren. Valores que deben estar relacionados con la obligación moral de contribuir a la sociedad y de algún modo devolver en parte lo que ella nos ha brindado. Valores que no admiten que permanezcamos indiferentes a las grandes desigualdades que vemos a diario en todo el mundo,  como la dificultad de acceso a la  alimentación, la medicina o el conocimiento…”

También se refirió a la necesidad de cambiar los paradigmas educativos afirmando que “… Frente a un sistema educativo y una cultura que, en términos generales, aún se rige por los paradigmas de la sociedad industrial del siglo pasado,  con una producción masiva de  productos (incluyendo  alumnos y docentes), con modelos estandarizados, debemos apostar a una cultura abierta a la heterogeneidad, la diversidad, la creatividad. Debemos proponer nuevas lecturas para los temas viejos; miradas abiertas para los problemas nuevos; promover la cooperación sabiendo que esta  implica antes que nada la aceptación de los puntos de vista de los otros. Y hacerlo con respeto y  con convicción….”

A continuación se publica el texto íntegro del discurso

"......Es un honor para mí, como presidente del  Instituto de Estudios de las Finanzas Públicas Argentinas, estar - por segundo año consecutivo- en la mayor Organización Internacional existente en nuestro planeta, y hacerlo nuevamente para otorgar un reconocimiento formal al trabajo de un grupo de docentes y alumnos de Argentina y otros países de América Latina, que han completado la Diplomatura dictada en forma conjunta entre nuestra entidad y el Instituto de las Naciones Unidas para la Formación y la Investigación.

El convenio suscripto oportunamente entre nuestras instituciones enaltece las actividades que humildemente viene realizando el IEFPA como núcleo de generación, transmisión y difusión de conocimientos relativos a las Finanzas Públicas, y como ámbito de formación de académicos y de profesionales interesados en la práctica cotidiana de la gestión fiscal.

A propósito de esto último, hace tiempo que el  foco de nuestra atención y  trabajo se encuentra puesto en la creación de saberes que sirvan para mejorar la calidad de vida de la población. Y en este sentido, más allá de contribuir a dar respuesta –en la modesta medida que a nosotros nos compete- a algunos de los problemas que hoy nos afectan, sabemos que la única solución sostenible a largo plazo es la prevención.

Con esta meta en el horizonte encaramos todas nuestras actividades, incluyendo la Diplomatura Internacional que dictamos con UNITAR denominada precisamente “Fundamentos de la Prevención del Lavado de Activos”.

Ella tiene lugar y adquiere pleno sentido en un contexto internacional en el cual el delito fiscal ya no tiene fronteras y su combate necesariamente depende de la estrecha colaboración entre los países.

Algunos de los  flagelos que siguen castigando a buena parte de la humanidad, como el terrorismo, el narcotráfico y las distintas formas del crimen organizado son financiados a través de complejos circuitos económicos, administrativos y jurídicos que es imprescindible desentrañar si queremos avanzar decididamente en su desarticulación.

Podemos afirmar que la naturaleza, características, alcances y dimensiones de la grave problemática que sintetizamos en la denominación “lavado de activos” constituyen un ejemplo paradigmático de los enormes retos que debe enfrentar el sistema internacional en su conjunto en el siglo XXI.

Por ello, los contenidos teórico-prácticos de la Diplomatura que hoy se concluye se gestaron en gran medida a partir de nuestro convencimiento que  “la globalización y la vinculación de los distintos mercados coadyuvan a una creciente interrelación de los riesgos y los flujos financieros /económicos, los cuales a su vez se ven afectados por la mimetización de fondos de origen delictivo, circunstancias estas que regeneran permanentemente marcos de incertidumbre en la legalidad de las operaciones económicas internacionales”.

Una problemática de estas dimensiones requiere sin dudas la elaboración de respuestas conjuntas de los Estados para intentar generar un umbral mínimo de posibilidades ciertas  de control fiscal en el mediano y largo plazo. 

La participación de 30 agentes de la Administración Federal de Ingresos Públicos de la República Argentina en esta jornada en el Palacio de las Naciones Unidas, y en la de mañana en Berna, en donde nos recibirán nuestros colegas de Suiza  es un ejemplo de las acciones concretas aludidas. El reciente anuncio de la firma del acuerdo de intercambio automático de información tributaria entre la Argentina y Suiza es otro y los dos obviamente van en el mismo sentido.

Es un avance importantísimo en el difícil camino de enfrentar, como decíamos antes, la compleja trama de intereses económicos y financieros globales que se teje y reproduce amparada en la oscuridad el secreto y el anonimato.

Entendemos que las Naciones Unidas constituyen el ámbito natural para intercambiar información, integrar posiciones y definir estrategias de acción local en un marco de objetivos y valores compartidos. De modo que aspiramos a continuar trabajando en este ámbito que, además de prestigiar nuestras actividades, nos permite desarrollar un aprendizaje institucional continuo.

Permítanme resaltar la posición del Gobierno de la  República Argentina al Respecto: Nuestro Presidente de la Nación Ingeniero Mauricio Macri, en  la reciente Asamblea General de las Naciones Unidas expresó que, “…los desafíos de la gobernanza global, en el siglo XXI, no son de la exclusividad de algunos países o regiones; nos conciernen a todos. Debemos cooperar pensando globalmente y actuando localmente, sin perder de vista el primer principio de esta organización, que se basa en la igualdad soberana de todos sus miembros.”

Estimados alumnos, ustedes integran el Programa de Formadores en Transparencia Fiscal Transnacional –del cual la Diplomatura con UNITAR es parte-, cuyo objetivo es formar especialistas que puedan integrar equipos internacionales de trabajo dedicados a la asistencia y asesoramiento  en todas las áreas gubernamentales vinculadas al combate de los delitos financieros internacionales.

Los contenidos específicos del programa se ven y se verán reflejados en la currícula de cada curso, carrera, seminario o programa de investigación. Lo que quisiera trasmitirles a ustedes en este momento es “el espíritu del Programa”.

Y su idea - fuerza, más allá de generar expertos en las distintas áreas del conocimiento técnico - lo cual hoy en día resulta imprescindible-, es la de formar verdaderos líderes portadores de aquellos valores que deben guiar la gestión en cualquier disciplina y en cualquier ámbito en el que se encuentren.

Valores que deben estar relacionados con la obligación moral de contribuir a la sociedad y de algún modo devolver en parte lo que ella nos ha brindado. Valores que no admiten que permanezcamos indiferentes a las grandes desigualdades que vemos a diario en todo el mundo,  como la dificultad de acceso a la  alimentación, la medicina o el conocimiento.

Les estoy hablando  de la obligación moral de dar a quienes más lo necesitan. Quizá para muchos de nosotros nuestra única riqueza sea nuestro conocimiento, bueno … precisamente este programa, queridos alumnos, es para convocarlos  a entregar nuestra única riqueza  sin que ello signifique perderla sino incrementarla.

Frente a un sistema educativo y una cultura que, en términos generales, aún se rige por los paradigmas de la sociedad industrial del siglo pasado,  con una producción masiva de  productos (incluyendo  alumnos y docentes), con modelos estandarizados, debemos apostar a una cultura abierta a la heterogeneidad, la diversidad, la creatividad. Debemos proponer nuevas lecturas para los temas viejos; miradas abiertas para los problemas nuevos; promover la cooperación sabiendo que esta  implica antes que nada la aceptación de los puntos de vista de los otros. Y hacerlo con respeto y  con convicción.

Hay una cierta tendencia –construida socialmente - a que cada uno de nosotros pretenda imponer su  visión del mundo como única válida y legítima;  pero el problema es que somos 7000 millones de personas que pensamos lo mismo. Tenemos que aprender a convivir con la diferencia. A  generar mecanismos de encuentro no solo entre quienes   pensamos lo mismo sino y fundamentalmente entre los que inclusive pensando distinto compartimos los mismos valores.

Y aún entre quienes coincidimos en sostener algunos valores universales que son los que promueve la Organización de Naciones Unidas  incansablemente (mantenimiento de la paz, ética, solidaridad, inclusión, cooperación interna e internacional), debemos subrayar la importancia de transformar estos valores en prácticas: debemos ser capaces de encarnar esos valores desarrollando capacidades institucionales que permitan construir personas y sociedades más pacíficas, éticas, solidarias, inclusivas y cooperativas.

Volviendo a nuestro Instituto y para finalizar mi intervención, diría que nuestro sueño, más que nuestro objetivo, sería que cada funcionario /alumno que participe en estas jornadas desarrolladas, como dije al principio, en la organización internacional más grande del mundo, regrese a su lugar de residencia  no sólo con un conocimiento técnico más preciso y actualizado,  sino principalmente con una visión global de los problemas que deben enfrentarse, sus prioridades y una conciencia profunda de los valores que deben guiar las acciones.

Espero que cada uno de ustedes pueda asumir esta responsabilidad que sin dudas les permitirá trascender el rol técnico de coordinadores de equipos de trabajo para erigirse en verdaderos líderes de los procesos de cambio institucional y social que tanto necesitan nuestras sociedades.

Muchísimas gracias a todos los aquí presentes y espero contar con ustedes en este ambicioso programa de ayuda técnica internacional que hoy nos convoca.

 

 

Novedades

La tecnoeuforia es una falacia. Ha llegado la hora de recuperar el control de la tecnología

Casi sin que nos diéramos cuenta, las ‘big tech’ se han convertido en nuestras soberanas ‘de facto’, cuyos gobiernos nos condenan a todo tipo males. Problemas de salud mental, polarización, desinformación, inferencia electoral e incluso daños al medio ambiente. Para evitar que esta deriva nos sentencie definitivamente, más de 100 personalidades han firmado y presentado el ‘Manifiesto OFF

Noticias Institucionales