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El Parlamento Europeo celebra 30 años del programa Erasmus

 

Por CLARA ROIG, La Vanguardia, 13 de junio de 2017

 

 

El programa Eramus arrancó en 1987 con la participación de 3.200 estudiantes de 11 países. 30 años más tarde, 9 millones de jóvenes de 33 países se han beneficiado del programa entre estudiantes universitariosy de máster, voluntarios, trabajadores y educadores. Para el Presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, “antes estudiar era un privilegio y ahora es la norma”.

En el curso 2014-2015, casi 300.000 estudiantes optaron por realizar una estancia educativa en otro país europeo, según datos de la Comisión Europea. En total, forman el 1,5% de los 20 millones de estudiantes universitarios europeos, un porcentaje que va en aumento cada año.

España ha estado en los últimos años entre los países que envían y reciben más estudiantes. En el curso 2014-2015, España se mantuvo como el destino favorito para los jóvenes europeos. Aún así, este año los españoles pasaron de ser primeros a terceros en participación, frente a los franceses y los alemanes, con un total de 36.642 estudiantes.

Los jóvenes europeos se quedan de media 5,3 meses fuera, tienen alrededor de 24 años y las mujeres ocupan el 61% de la movilidad europea, frente a un 39% de hombres, algo parecido a los porcentajes universitarios. Cada estudiante obtiene alrededor de 281€ de ayuda económica por mes, aunque los datos difieren según país de destino.

¿Es suficiente el presupuesto de Erasmus +?
La UE tiene previsto destinar 14.700 millones de euros al programa Eramus + en siete años (del 2014 al 2020), una media de 2 millones por año. Se prevé que estas ayudas lleguen a 2 millones de estudiantes. Los representantes políticos de la UE reiteran que es una prioridad que todos los jóvenes puedan acceder a esta oportunidad. Sin embargo, 281€ al mes –que varían en función del coste de vida del país de destino- no son suficientes en muchos casos ni para pagar el alquiler. “La beca no te cubre ni una tercera parte de los gastos en el extranjero”, asegura Alicia Conde, estudiante de arquitectura, actualmente realizando una estancia en Berlín.

Para ello, la eurodiputada alemana Petra Kammerevert, presidenta de la Comisión de Cultura del Parlamento Europeo, ha asegurado en rueda de prensa que se prevé doblar el presupuesto del programa a partir de 2020 y llegar a los 30.000 millones de euros. “No es un exceso, es una necesidad política clara. Hay que mejorar la falta de personas cualificadas en algunos países y promover la conciencia europea”, ha añadido.

En España, el Ministerio de Educación introdujo a partir de 2015 una beca paralela que oscila entre los 300€ y 400€, pero que es incompatible con la beca europea. Antes, la beca del Ministerio se añadía a la cuantía de la UE y oscilaba entre 100€ y 180€.

En total, el gobierno español adjudicó 30 millones en ayudas económicas de movilidad en el año 2017, según datos del Servicio Español para la Internacionalización de la Educación (SEPI). Un aumento de 14 millones desde el curso 2014-2015, aunque aún muy por debajo de los 60 millones que se otorgaron en 2011, antes de la llegada de Mariano Rajoy a la presidencia.

A parte, cada comunidad autónoma otorga una cantidad económica que varía según regiones. En Cataluña se ofrece una media de 200€ mensuales mientras que en Andalucía son unos 272€. En definitiva, los estudiantes que quieren realizar una estancia en el extranjero tienen que poner de su bolsillo y no pueden contar una la cobertura económica total.

El Erasmus, una maleta de cultura
Para la mayoría de estudiantes que realizan una estancia educativa o de prácticas en el exterior, la experiencia es sin duda “enriquecedora”. Así la define Anna Molins, quien estuvo tres meses estudiando en el King’s College de Londres. “Conoces gente de diferentes partes del mundo y esto te ayuda a comprender mejor la cultura de cada país”, comenta Anna para Lavanguardia.es. “También crecí a nivel personal, me ayudó a ser más autónoma y a hacer frente a las dificultades”, añade.

Daniel Masalles actualmente está estudiando en Maastrich por un periodo de cinco meses y asegura que “las relaciones sociales son lo mejor del Erasmus”. Algo parecido le pasó a Pedro J. Armengou, quien estuvo siete meses en Roma. “Aproveché la experiencia para viajar y empaparme de cultura”, afirma.

Precisamente este intercambio cultural es el pilar fundamental del programa Erasmus, que a la vez pretende fortalecer la identidad y la unidad europea. Lo dijo Jean Monnet, uno de los padres fundadores de la UE: “si pudiera empezar otra vez, empezaría por la educación”. En momentos de incertidumbre y desapego al proyecto europeo, la experiencia europea de primera mano es muy importante. Así lo cree Milan Zevar, ponente del informe Erasmus + para el Parlamento Europeo: la cultura es el vínculo más fuerte entre las comunidades, más que el carbón o el acero”, comentó en referencia a la fundación de la UE.

Sin embargo, Daniel Masalles considera que el programa no tuvo un impacto en su identidad como europeo ni como concibe la UE. Anna piensa igual, según ella el programa “es positivo”, pero asegura que no se siente “más europea”.

La vida laboral después del Erasmus
El otro objetivo del programa Erasmus + es incidir en la reducción del desempleo juvenil. La movilidad debe ayudar a suplir la falta de trabajadores cualificados en países de la UE como Alemania. Por esta razón, en 2014 se introdujo como parte del nuevo Eramus + la posibilidad de hacer prácticas laborales en el extranjero y una ayuda económica para másteres, incluidos los programas de Eramus Mundus.

Según Antonio Tajani, presidente de la Eurocámara, una de cada diez personas que han realizado el Erasmus crean una empresa nueva y a muchos les es más fácil encontrar trabajo.

“Las empresas valoran la flexibilidad que te otorga el Erasmus, aprendes a adaptarte a cualquier cambio”, explica Helena Xirgu, estudiante que pasó cinco meses en Groningen, Holanda. Para Pedro Armengou, lo más palpable que se lleva de la experiencia en el extranjero a nivel laboral son los idiomas. “En mi caso aprendí el italiano desde cero y mejoré el inglés”, comenta.

Para fomentar el aprendizaje de idiomas, la Comisión ha puesto en marcha una aplicación móvil que ofrece cursos de idiomas online. La app también permite conectar a los estudiantes Erasmus y ayudarse mutuamente a solucionar dudas sobre el proceso administrativo.

 

 

 

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