La tecnoeuforia es una falacia. Ha llegado la hora de recuperar el control de la tecnología
Las nuevas tecnologías traen roblemas de salud mental, polarización, desinformación, inferencia electoral e incluso daños al medio ambiente.
Teléfonos y televisores inteligentes, cámaras de fotos, ordenadores y una larga lista componen el conjunto de artefactos tecnológicos que todos hemos comprado, usado y desechado alguna vez por el deseo de obtener un modelo superior o cuando llega su fecha de caducidad. La obsolescencia programada tiene que ver con la vida útil de los productos, de manera que estos se diseñan para que, en un espacio corto de tiempo, dejen de funcionar. Es un fenómeno con consecuencias devastadoras para el planeta en el que vivimos.
Hablando en cifras, la Asociación Mundial de Estadísticas de Residuos Electrónicos advierte que, solo en 2019, se produjeron 53,6 millones de toneladas de residuos electrónicos y tan solo un 17,4% de ellos fueron recogidos y reciclados de forma apropiada. Pero, ¿alguna vez nos hemos parado a pensar dónde va el porcentaje restante de productos que no se reciclan? La respuesta se encuentra en los países más pobres del mundo. Los cementerios de desechos electrónicos continúan proliferando en dichos países albergando todos los restos, tanto de las antiguas como de las nuevas tecnologías, provocando una situación cada vez más contaminante.
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Las nuevas tecnologías traen roblemas de salud mental, polarización, desinformación, inferencia electoral e incluso daños al medio ambiente.
Casi sin que nos diéramos cuenta, las ‘big tech’ se han convertido en nuestras soberanas ‘de facto’, cuyos gobiernos nos condenan a todo tipo males. Problemas de salud mental, polarización, desinformación, inferencia electoral e incluso daños al medio ambiente. Para evitar que esta deriva nos sentencie definitivamente, más de 100 personalidades han firmado y presentado el ‘Manifiesto OFF
La última vez que uno de los nuestros tocó la superficie lunar fue en 1972. ¿Qué ocurrió desde entonces? Las respuestas oscilan entre teorías conspirativas y explicaciones mucho más aburridas.
La AMFEAFIP firmó un convenio con una conocida concesionaria de autos Toyota para adquirir vehículos en condiciones muy convenientes.
Falsos representantes de la AMFEAFIP solicitan fondos para causas solidarias
La AMFEAFIP susccribió un acuerdo para la atención de urgencias y emergencias que podrán usufructuar los afiliados de Santa Fe, Rosario y Córdoba. Opción por Prepaga.